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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Simón Bolívar: La Educación y la Ética Bolivariana, principios fundamentales para la construcción del Socialismo Bolivariano.



...un hombre sin estudios es un ser incompleto. La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre. [1]

La Educación, expone, confiando con optimismo en la esencia del hombre y convencido de que un desenvolvimiento libre de las disposiciones naturales ha de conducir al objetivo justo[2]

En la obra del maestro, Simón Rodríguez,  aparecen ideas que retomaría su alumno en la lucha por la independencia de América, no sólo como el Libertador sino como educador y transformador social que lo convirtió en un hombre continental:

Los gobiernos deben ver en la primera escuela el fundamento del saber y la palanca del primer género con que han de levantar los pueblos el grado de civilización que pide el siglo. El interés general está clamando por una reforma de la instrucción pública; la América no debe imitar servilmente, sino ser original. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga. La guerra de independencia no ha tocado a su fin[3].

Precisamente, acerca de la instrucción y educación, Bolívar reafirmaría:
Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso con que camina la educación. Constituyen  el principio más seguro de la felicidad general y la más sólida base de la libertad de los pueblos.[4]
Conocía las limitaciones y pobrezas del método tradicional de enseñanza y criticaba los maestros que no se distinguieran por su educación, pureza de costumbres y naturalidad de sus modales, para él un maestro debía ser alguien  en quien se encuentre mucho que imitar y poco que corregir”.
Criticaba los métodos reproductivos y memorísticos; en las instrucciones dadas para la Educación de su sobrino Fernando afirmaba:
La memoria demasiado pronta, siempre es una facultad brillante; pero redunda en detrimento de la comprensión (…) debe enseñársele  aquellas cosas que lo obliguen a meditar (…); tanto la memoria como el cálculo, están sujetos a fortalecerse por el ejercicio[5].
 La educación era condición indispensable para ejercer los derechos políticos, por eso  en el discurso de Angostura recalcaba: Saber y honradez, no dinero, es lo que requiere el ejercicio del poder público”. Afirmaba que el Estado debía conceder atención a la educación del pueblo porque del grado de su desarrollo dependen la dicha y la prosperidad de la nación, por eso agregaba:
El primer deber del gobierno es educar al pueblo.[6]
Vinculaba los problemas de la educación a las tareas de formación humanitaria de la nueva generación, fiel a los ideales  de los luchadores por la independencia.
En fomentar  y organizar la obra de la educación, puso el Libertador todo su empeño. En pleno fragor de la contienda, acosado por las urgencias de la guerra y su dirección, encuentra siempre el momento oportuno para dedicar sus energías a esta tarea, fundó escuelas, dictó importantes decretos relativos a la educación del pueblo y vinculaba la educación  y su significado con la liberación de Nuestra América. Su actitud hacia este problema se expresa en: La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción (…) [7]
Se expresó sobre las leyes llamadas a corregir la injusticia de la naturaleza, ya que (…) colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes le den una igualdad ficticia propiamente llamada política y social.[8]       
En su opinión la sociedad debía asegurar a cada individuo la oportunidad de obtener educación, dedicarse a un oficio o arte, y el derecho al trabajo para colocar a todos los ciudadanos en una posición igual y garantizar en la práctica la igualdad de derechos. Cualquier tarea requiere determinados conocimientos y la mayoría de los latinoamericanos no los tenían, ni siquiera conocían el arte de leer y escribir, Bolívar consideraba que la instrucción no sólo ayudaba a comprender la injusticia, sino que era medio para acabar con ella. En sus intervenciones el Libertador reiteraba que la instrucción y el trabajo, pueden garantizar a todos los individuos las mismas oportunidades para obtener los mismos derechos.
En la educación   republicana  corresponde al gobierno democrático de la República emprender la educación del pueblo que administra  y dirige. La posesión de los medios que el pueblo ha puesto en sus manos obliga a hacer uso de ellos en beneficio de su propio pueblo.
En sus reflexiones el Libertador reiteraba que el gobierno debe instruir al pueblo para que este sepa, racional y efectivamente, lo que dispone, para qué lo dispone y para quien; señalaba que la educación era aplicativa porque forma voluntades para que el querer del gobierno sea el querer del pueblo, para que las acciones populares se expresen en manifestaciones gubernativas, es decir, la educación forma voluntades. En este sentido el pueblo se da a su gobierno y lo mantiene, así como el gobierno es del pueblo y para el pueblo y la autoridad del gobierno es el poder del pueblo. En conclusión es por la educación social que el pueblo republicano recupera y ejerce su poder.
Por su experiencia propia en la educación recibida destaca el papel de los sentimientos en la labor educacional, según la cual  la educación sentimental lleva necesariamente a una conciencia social,  con la educación popular además de dejar de ser ignorante, cada uno siente dentro de sí que el otro sufre como uno y viceversa.
La posición ética social del Libertador se manifiesta en la consagración a los cambios sociales, en la eliminación de todas formas de discriminación, el establecimiento de las indispensables garantías sociales: paz, trabajo e igualdad de derechos. Se destacan valores tales como justicia,  lealtad, clemencia, fidelidad, entre otros.
La justicia, considerada como una virtud que le concede a cada uno lo que le corresponde por derecho, representaba también para Bolívar el compromiso de luchar por su defensa.
Para Bolívar, el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad; concibe la justicia como la reina de las virtudes republicanas, lo cual confirma que fue un hombre de derecho, tanto como hombre de lucha.
En el discurso de Bogotá, en enero de 1815, descubre toda su ética social, al plantear:
     (…) la sabiduría, el valor y la templanza producen en el alma un orden y una armonía en sus funciones, que Platón llama justicia interior. La justicia exterior es solo la realización de un orden análogo en la sociedad. El hombre más justo  en sí mismo es también el más justo en sus relaciones con los demás. La justicia lleva en sí la beneficencia. Hay que hacer bien a todos los hombres; no hay que hacer daño a nadie. No se debe volver injusticia por injusticia. La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ellas se sostiene la igualdad y la libertad
 Bolívar considera la justicia como la virtud esencial republicana, la justicia es para él, el establecimiento de un nuevo orden que tiene por base el reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los seres humanos, la oportunidad y la condición externa para una buena vida, considera además que debe ir unida a la fuerza, porque sin la fuerza la justicia es impotente y desobedecida, ya que siempre hay malvados; y la fuerza sin la justicia es tiránica; planteaba que  se debían articular para que lo justo sea fuerte y lo fuerte sea justo. Según señala Juan de Andrade;  Bolívar logra en América la trilogía roussoniana: LA IGUALDAD, LA LIBERTAD Y LA FRATERNIDAD, porque siempre mantuvo unidas  la justicia y la fuerza, a la que añadió la seguridad social que la garantía y protección que la sociedad concede a cada uno de sus miembros para la conservación de su persona, derechos y propiedades. Decía que son derechos del hombre la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad .La felicidad general que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos[9]
  Para lograr estos objetivos concedió vital importancia a la necesidad de establecer en América un poder fuerte, capaz de garantizar la estabilidad social, hacer efectiva la igualdad de las razas y trabajar para hacer desaparecer las enormes deficiencias heredadas de los años de dominio colonial español.
Al tiempo que  responsabilizaba al Estado con el bienestar de la sociedad, también responsabilizó al individuo ante la sociedad .En nuestra opinión esto perseguía dos objetivos bien delimitados: Por un lado constituía una garantía para que reinara la justicia mientras por otro  evitaba la consecución de males sociales. Es deber de todo ciudadano-apuntó el Libertador-vigilar sobre la legítima inversión de la renta pública en beneficio de la sociedad[10].
Hay que destacar que Simón Bolívar no limitó  su accionar sobre la forma en que los demás debían de obrar. Fue él una viva manifestación de desprendimiento y desinterés. Como jefe del Ejército le fueron asignadas en diferentes oportunidades y por los diferentes Congresos de las Repúblicas liberadas  mensualidades a las que renunció.
Tuvo que transcurrir más de medio siglo y sólo la revolución triunfante en Cuba, inició el camino de las tan necesarias profundas transformaciones sociales vinculando el concepto de justicia social al de dignidad y a la concepción de una sociedad que excluye la explotación social e individual.
En cartas y Documentos de distintos años de su vida el Libertador va legando a la posteridad su postura ética en la sociedad, sus deberes y compromisos; que van madurando a lo largo de toda su vida; siendo el aspecto moral y la educación ciudadana de alta prioridad y una preocupación constante en el sostenimiento de la causa liberadora y del individuo mismo.
La sociedad y sus resultados no son él producto mecánico de fuerzas físicas que se mueven de un modo predeterminado. Al contrario, para Bolívar el hombre es un sujeto activo donde la fuerza moral y la capacidad intelectual son decisivas, lo mismo en el plano artístico, científico, como en el político. Esa convicción sobre las potencialidades de la actividad humana donde el componente subjetivo es indispensable le hace otorgar  a la subjetividad una fuerza extraordinaria, pues la sitúa en la exclusiva actividad humana la esperanza potencial de toda liberación.
 La libertad para él es consustancial al hombre por naturaleza propia, la concibe como un producto complejo elaborado a partir de componentes naturales y sociales, entre los cuales se destaca la sabiduría  y la gestión humana como insustituibles intermediarios en su consecución. En consecuencia el Libertador estaba convencido de que si el pueblo no se preparaba a través de la educación y el cultivo del saber en todas sus dimensiones, no podrían  disfrutar jamás del poder de la libertad.
Cuando Bolívar luchaba por realizar ideas que para muchos contemporáneos eran absolutamente utópicas, como la eliminación de la esclavitud, o la dignificación de los pueblos indígenas, no lo hacía inspirado en el humanismo abstracto, sino en las conquistas más altas  del pensamiento de la ilustración sobre la igualdad y la libertad humana, que tenia en Rousseau, uno de sus mayores exponentes. 
 Su confianza en el hombre y su capacidad autoperfectible se revela  a través de sus criterios sobre el papel del pueblo como gestor de sus propios destinos y en la función de la violencia revolucionaria como partera de la historia, que tiene como fin último enfrentar  la violencia reaccionaria la cual históricamente se encaminó a doblegar a los pueblos e infundirles la falsa creencia de su incapacidad para transformar sus circunstancias sociales.
 En esa confianza se revela la visión optimista de que el pueblo es el sujeto principal de su propia liberación  y de su propio futuro, lo que muestra la esencia del humanismo bolivariano como concepción latinoamericana renovadora en esa época histórica, posición ética característica del bolivarianismo como ideología netamente latinoamericana llegada a la posteridad.


[1]              Simón Bolívar. Obras Completas. Compilación y notas de Vicente Lecuna. Tomo II. Pág.479.

[2]              Juan Jacobo Rousseau. En Bolívar. Indalecio  Liévano Aguirre. Biografía. Tomo I. Biblioteca familiar. Pág.10. 
[3]              El pensamiento educador de Simón Rodríguez. Alfonso Rumazo González. En Simón Rodríguez. Selección de documentos. Biblioteca familiar.Pág.77

[4]          . Juan Jacobo Rousseau. En Bolívar. Indalecio  Liévano Aguirre. Biografía. Tomo I. Biblioteca familiar. Pág.10. 

[5]              Instrucciones dadas por el Libertador para la educación de su sobrino Fernando Bolívar. (escritos posiblemente en 1821 Itinerario documental de Simón Bolívar. Cátedra bolivariana. Editorial Omor. Libros educativos.c.a.
[6]              Discurso ante el Congreso de Angostura. S. Bolívar. Obras  Tomo V. Ediciones Tiempo  Presente. ECOC. 1947
[7]           Idem.
[8]              Decretos del Libertador. Tomo I. (1813-1825). Caracas. 1961. Pág.90.
[9]              Pérez Vila, Manuel. El Legado de Bolívar. Caracas, 1996, P103

[10]            Toro Abraham. Bolívar: Ejemplo permanente de Desprendimiento, Honestidad, Desinterés y Ética Pública. Universidad de Carabobo. Cátedra Ideario Bolivariano. Material Mimeografiado.

Simón Rodríguez: Concepción ético-política fundamentada en los valores transcendentales del ser humano.



“Instrucción social, para hacer una nación prudente; corporal para hacerla fuerte; Técnica, para hacerla experta y científica, para hacerla pensadora”.
Simón Rodríguez

La obra de Simón Rodríguez y su influencia en el Libertador muestran que muchos preceptos defendidos y llevados a la práctica por Simón Bolívar fueron inculcados por su maestro.
En la obra del maestro aparecen ideas que retomaría su alumno en la lucha por la independencia de América, no sólo como el Libertador sino como educador y transformador social que lo convirtió en un hombre continental:

Los gobiernos deben ver en la primera escuela el fundamento del saber y la palanca del primer género con que han de levantar los pueblos el grado de civilización que pide el siglo. El interés general está clamando por una reforma de la instrucción pública; la América no debe imitar servilmente, sino ser original. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga. La guerra de independencia no ha tocado a su fin[1].

Dirige al Ayuntamiento de Caracas una Memoria titulada: Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento. En esta señala la influencia perjudicial que ejercen muchos de los que se dedican por su cuenta a la enseñanza, además de los bajos sueldos que asignan a los maestros de profesión. Propone que pardos y morenos reciban enseñanza en igualdad de condiciones que los blancos, así como la creación de nuevas escuelas.

En Bogotá intenta crear una "Casa de industria pública" donde se enseñe a los jóvenes un oficio mecánico, además de gramática, escribir, contar, pero la empresa fracasa al corto tiempo por falta de apoyo económico. Bolívar escribe al político y militar colombiano Francisco de Paula Santander: " A don Simón Rodríguez déle usted dinero de mi parte, que yo lo pago todo, para que me venga a ver. Yo amo a ese hombre con locura. Fue mi maestro, mi compañero de viajes, y es un genio, un portento de gracia y talento para el que los sabe descubrir y apreciar [...] Con él podría yo escribir las memorias de mi vida. Él es un maestro que enseña divirtiendo, y es un amanuense que da preceptos a su dictante... Él es todo para mí. Cuando yo lo conocí valía infinito. Mucho debe de haber cambiado para que yo me engañe.".

Rodríguez funda la "Escuela Modelo de Chuquisaca" y otras semejantes en cada Departamento del país. El proyecto completo abarca la instrucción de mujeres, la dotación de empleos para los padres de los niños recogidos, el cultivo de las tierras baldías, la atención a la población indígena. Rodríguez pretendía colonizar América con sus propios habitantes, para evitar que la inmigración europea avasallara de nuevo, como lo hizo el sistema español. Quería rehabilitar la raza indígena y evitar su extinción.

El historiador chileno José Victorino Lastarria escribe: " Se decía que en su escuela de Concepción y en la que tuvo después en Valparaíso, enseñaba, juntamente con los rudimentos de instrucción primaria, la fabricación de ladrillos, de adobes, de velas y otras obras de economía doméstica; pero que la educación que impartía estaba muy lejos de conformarse a las creencias, usos, moralidad y urbanidad de la sociedad en que ejercía su magisterio".


[1]              El pensamiento educador de Simón Rodríguez. Alfonso Rumazo González. En Simón Rodríguez. Selección de documentos. Biblioteca familiar.Pág.77

Venezuela: Educación popular y transformación de la realidad



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Juslay Díaz rscj y Fernanda Vacas rscj en
el Infocentro de Cumaná
(foto: Lolín Menéndez rscj)
“Vivimos un momento trascendental de la historia de nuestro país.
Está en marcha una transformación profunda de todas las estructuras de nuestra sociedad y  tenemos el derecho y el deber ineludibl de ser autores y autoras conscientes de este proceso revolucionario.”
(Misión Cultura, libro rojo)

Pertenecer a la Misión Cultura, como a la mayoría de las Misiones Educativas impulsadas por el Gobierno Bolivariano, es pertenecer a un proyecto fundamentado en la Educación Popular y, por lo tanto, un proyecto cuyo objetivo es crear procesos de transformación de la realidad.   Hoy, y a través de la reflexión que presentamos, queremos dejar constancia de la profunda unión entre los procesos educativos y la posibilidad de crear estructuras de convivencia diferentes que generen, a su vez, una diferente realidad. Para ello nos centramos en la propuesta de Misión Cultura por ser aquella que conocemos con mayor profanidad. Sin embargo, consideramos que esta reflexión puede aplicarse a otros tantos procesos formativo-educativos de los que se están dando hoy en Venezuela.  Una Venezuela que realmente se ha convertido en LUGAR DE FORMACIÓN: en las calles y las escuelas, en las plazas y aceras, en aulas y en la sala de cada casa.

La metodología de Misión Cultura se fundamenta en tres grandes claves que la enmarcan dentro de los proyectos de Educación Popular:
  1. centrada en la realidad de las comunidades empobrecidas y excluidas,
  2. haciendo diagnóstico con ellas,
  3. desarrollando proyectos socio-comunitarios de transformación de la realidad en los que, tanto nosotros/as como activadores/as culturales, como la misma comunidad, vamos tomando en las manos el poder de planificación, decisión y gestión de las políticas públicas y las soluciones concretas en salud, educación, cultura, infraestructura, vivienda, servicios, …
Esta metodología está en perfecta consonancia con el proyecto socialista de país en el que nos inscribimos y que queremos construir como un “derecho y deber ineludible de ser autores y autoras conscientes de este proceso revolucionario”.

En este sentido, valoramos enormemente la propuesta andragógica de la Misión Cultura y hoy queremos darle un nuevo impulso y una nueva fuerza radicalizando nuestras posiciones y nuestra opción por el REAL PROYECTO COMUNITARIO como oportunidad, más allá de la  profesionalización, de construir una sociedad más humana, más justa, más honesta, más solidaria, donde el poder resida en las mayorías empobrecidas y excluidas por años y no en las minorías asentadas en sus posiciones, defendiendo sus intereses.
“Para crear un nuevo país es fundamental revolucionar todo el sistema ideológico, es decir, es imprescindible llevar la revolución a la educación y la cultura.  Debemos trabajar para la recuperación de la calidad de vida, vista como preocupación por la dignidad de la persona, por su capacitación para contribuir a la transformación y mejora de su comunidad, su región y su país.” (Misión Cultura, libro rojo)
Esta es nuestra propuesta para esta nueva etapa del país y de la Misión: claridad ideológica, perfil político.
Para nadie es una novedad la estrecha unión que existe entre la propuesta política y educativa de cualquier grupo humano y cómo ambas dimensiones se sostienen mutuamente.

Al aproximarnos a la Misión Cultura nos damos cuenta que estamos ante una propuesta educativa que es en sí misma política y, por lo mismo, ante una propuesta política que es en sí misma educativa.  Y es que una de las convicciones que tenemos claras en la MC es que nuestro crecimiento está profundamente atravesado por la propuesta de convivencia política que sostenemos así como ésta determina nuestra forma de crecer y desarrollarnos como personas.

A partir de aquí,  ¿podemos hablar de un hecho educativo que olvide la calle, la comunidad, la historia, el contexto?

Así llega la MC  concretando su propuesta política:  Diagnóstico Comunitario Participativo y Proyectos socio-comunitarios de aprendizaje. El compromiso de estas activadoras y activadores culturales es directamente político, su rol no es el de estudiantes sino el de activadores/es capaces de aprender de su práctica y de crecer en ella y con ella.
Ahora bien, es importante hacer notar que el trabajo comunitario tiene, para Misión Cultura, un objetivo muy claro:
Nuestro crecimiento en
conciencia comunitaria,
conciencia política,
conciencia histórica
En este sentido, los proyectos de desarrollo socio-comunitario que asumimos como activadores/as de Misión Cultura tienen esta intencionalidad de fondo y hacia ese crecimiento encaminan sus acciones:
  • conciencia comunitaria que tiene que ver con la organización popular, con la ética de lo colectivo, con la sensibilidad social;
  • conciencia política que tiene que ver con la participación activa y protagónica en un proyecto de país revolucionario, bolivariano y socialista; y
  • conciencia histórica que tiene que ver con el proyecto de “hacer humana la humanidad” desde la sensibilidad ecológica, la diversidad cultural, una nueva convivencia internacional, …

Y si esto lo tenemos claro, también tenemos claro, y lo hemos visto palpable en las votaciones del 2 de diciembre pasado, la amenaza que constituye esta propuesta para los grupos tradicionalmente dominantes y dominadores.  El compañero Amilcar Figueroa lo explica contundentemente:
“La historia tercamente demuestra que las clases poseedoras no renuncian a la dominación.  Por tal razón en la sociedad venezolana de hoy se libra una lucha, a veces abierta, otras encubierta, entre la construcción del poder popular y las más diversas expresiones del poder permanente.  En particular, a la burocracia no le simpatiza el poder popular y, en general, la institucionalidad colide con él.  Al poder popular se le impone entonces la tarea de afirmarse y reclamar su condición de poder originario para continuar en la vanguardia de la lucha revolucionaria.”  (Amílcar J. Figueroa, 2007)
Esta afirmación que es cierta en todos los ámbitos, es especialmente relevante en el ámbito educativo y formativo que nos ocupa a las activadoras/es de la Misión Cultura.  De ahí la urgente necesidad de desenmascarar, en todas sus formas, la dominación neoliberal y construir, cada día y permanentemente, el poder popular.

Ya Simón Rodríguez tenía ideas claras al respecto que nos resultan de enorme actualidad y vigencia:

“La utopía estaba en el futuro, era algo por hacer.  Esto significaba, cuando menos, un conjunto de condiciones que don Simón tenía muy claras:
  1. había que abandonar un sistema de vida para acceder a otro
  2. había que denunciar con toda fuerza los vicios del sistema a superar
  3. había que conocer a los seres con los cuales se fundaría el nuevo sistema
  4. había que denunciar los falsos caminos
  5. había que perfilar la gente nueva y la nueva sociedad
  6. había que conocer los medios para capacitar a quienes tendrían la tarea de fundar el nuevo orden de cosas”  (Daniel Prieto Castillo, 19987)
La utopía es algo por hacer. No son sólo ideas, sólo convicciones o sólo debates. Por supuesto, se nutre de todos ellos. Pero es esencialmente PRÁCTICA. Y en esta práctica concreta que denuncia y construye se basan nuestros Proyectos de Aprendizaje. En ellos podemos incluir estas 6 condiciones de Simón Rodríguez como ejes transversales que atravesarán cada acción, cada conversa, cada taller, cada debate.  Se trata de crecer y formarnos EN y PARA este nuevo sistema, esta revolución socialista asentada en el poder popular.

Y es que,
“Darle rango constitucional al “poder popular”, como plantea la Reforma propuesta por el Presidente Chávez, es la culminación de diversos ensayos y de constantes esfuerzos guiados por la firme convicción de que la ampliación de la democracia pasa, necesariamente, por el real protagonismo de las mayorías.  En este sentido, en el transcurso de los últimos años se han creado distintos instrumentos que se complementan con la experiencia histórica acumulada por nuestro pueblo. Se trata de que el pueblo todo se organice en sus núcleos primarios de vida social. En Venezuela la organización social ha sido el factor clave para implementar iniciativas políticas revolucionarias de todo tipo, que van desde la lucha por superar el déficit social hasta los objetivos políticos nacionales. Ahora se trata del desarrollo de la democracia directa.” (Amílcar J. Figueroa, 2007)
Así pues, la vía para lograr este poder popular es LA ORGANIZACIÓN.  Y efectivamente éste ha sido el sentido de nuestros proyectos de aprendizaje.  Bien, sigamos y profundicemos esa línea, busquemos en cada momento fortalecer la organización popular porque solo el pueblo organizado logra ejercer el poder popular.

Y en este sentido, Simón Rodríguez vuelve a ponernos en la cruel realidad: o logramos la real organización con valores propios, desde nuestra idiosincrasia venezolana, o repetimos modelos y sistemas que favorecen intereses de minorías y empobrecen a las mayorías.
“Para las jóvenes repúblicas latinoamericanas se abrían alternativas por demás complejas hacia finales de la década del 20: o bien se regresaba a formas monárquicas que el proceso revolucionario había tratado de superar, o se caía en la anarquía, o se consolidaba un sistema republicano capaz de superar no sólo los antiguos colonizadores, sino también las actitudes colonialistas”. (Daniel Prieto Castillo, 1987)
Parafraseando al maestro, hoy diríamos que ante esta propuesta de Reforma Constitucional se abren alternativas complejas y apasionantes: o regresamos a formas representativas que el proceso revolucionario ha tratado de superar, o caemos en el intervencionismo imperial impulsado por una oposición egoísta y ciega, o contribuimos todos/as a consolidar un socialismo capaz de superar ese colonialismo introyectado todavía en nuestro corazón  y capaz de crear una sociedad más justa, humana y honesta basada en el poder popular.  Y aquí,

“La función social de las instituciones, asegurar la continuidad del sistema, fue vista con toda precisión por el maestro. No hacía falta el palabrerío de hoy sobre los aparatos ideológicos para indicar algo claro a todas luces. Frente a esa política solapada, que nunca han dejado de ejercer quienes detentan el poder, se reclamaba una actitud diferente:
“En las Repúblicas la escuela debe ser política también, pero sin pretexto ni disfraces.  En la sana política no entran mañas, tretas ni ardides.  La política de las Repúblicas, en punto a instrucción es formar hombres para la sociedad”(Simón Rodríguez)
Lo popular se define en esta última línea. No se trata sólo de llegar a todos, sino también de hacer que la educación se oriente a formar pueblo. ” (Daniel Prieto Castillo, 19987)
“No nos alucinemos: sin Educación Popular no habrá una verdadera Sociedad” (Simón Rodríguez)

Y entonces, ¿cuál es nuestra responsabilidad como educadoras/es populares? ¿cuál nuestro rol concreto de activadores/as?

Y aquí nos vamos directamente con Marco Raul Mejía y Myriam Inés Awad y su reciente publicación “Educación Popular hoy”.  Tomamos algunos extractos que nos resultan especialmente iluminadores para el momento histórico que vivimos en Venezuela y nuestra clarificación como Educadoras/es  Populares.
Lo popular, en la educación popular, es “el calificativo que define con precisión nuestra intervención educativa, sobre todo en estos tiempos de crisis de utopía en los cuales se intenta demostrar la inutilidad y la pérdida de vigencia de los sueños y de las luchas por la transformación social.
De hecho, hemos tenido oportunidad de escuchar el calificativo de “soñadores” para todos aquellos que se atrevieron a redactar semejante Reforma Constitucional y, por lo tanto, para los cuatro millones y dele de venezolanas y venezolanos que tienen la osadía de sostenerla con su voto y con su vida.

Pues sí, soñadores es un piropo: soñamos un mundo más justo y humano y trabajamos para construirlo a diario en nuestro entorno, soñamos con un pueblo asumiendo el protagonismo de su historia en la planificación y gestión de su cotidianidad, soñamos con una Venezuela socialista y el socialismo a la venezolana. Soñamos, luego existimos, vivimos, sentimos la realidad y la buscamos mejor. Soñamos, luego construimos Vida y Vida digna para todos y todas.
Y aquí otro punto de vital importancia: la sistematización de nuestros aprendizajes, el acto de registrar-reflexionar-organizar sistemáticamente la práctica y comunicarla, no es simplemente una exigencia académica de la Misión.  Es el camino de crecimiento, la metodología que nos empuja a crecer y formarnos como verdaderos y verdaderas educadoras, es la posibilidad de transformar nuestra propia práctica para cualificarla cada vez más, para hacerla corresponder cada vez más fielmente a los objetivos propuestos.

Así pues, el informe final de cada proyecto de aprendizaje no es un requisito arbitrario, es el momento de FORMACIÓN real y concreta.

Los sujetos populares no son tablas rasas donde sólo es posible la dominación.  Su historia, su cultura y su práctica social -experiencias, vivencias- les entregan un saber.  La educación popular reconoce a los sujetos populares como dialogantes que confluyen al acto educativo con lo que poseen, y que interactúan con otros, hijos de culturas, prácticas sociales y saberes diferentes, con el fin de construir colectivamente nuevos saberes, conocimientos y prácticas sociales, nuevos horizontes y nuevas opciones.
María Fernanda Vacas rscj
provincia de Venezuela


Referencias bibliográficas

La Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire



Indice


1. Introducción
2. Educacion Tradicional
3. Contexto Historico
4. Biografia
5. Ideas pedagogicas de paulo freire
6. Reflexiones sobre el dialogo y la educacion liberadora
7. Comparacion entre educacion bancaria y educacion liberadora
8. Valoracion critica del pensamiento pedagogico de paulo freire.
9. Bibliografia

1. Introducción
A lo largo de toda la historia, muchos han sido los hombres que han favorecido el progreso y el avance de la ciencia educativa, a través de su participación y propuestas en los procesos de enseñanza – aprendizaje. Ellos, hijos de su tiempo, han fortalecido la reflexión y la praxis educativa, proponiendo sistemas teóricos y prácticos, procedimientos y estrategiasmétodos y fines, que han marcado distintos hitos en la propuesta educativa.
El presente trabajo de investigación tiene como finalidad estudiar una de esas propuestas educativas y pedagógicas que se han dado, en una historiamuy cercana en el tiempo y, muy nuestra por sus raíces latinoamericanas, la de Paulo Reglus Neves Freire.
No es nuestra intención, claro está, abarcar en estas breves páginas, el trabajo que realizó durante toda su vida Paulo Freire. Queremos sólo presentar algunas nociones fundamentales que nos permitan hacer una valoración crítica de su obra educativa, que él mismo denominó "Pedagogía del Oprimido", "Pedagogía de la Esperanza" o "Pedagogía de la Liberación".
Para tal fin distribuimos el trabajo, en primer lugar, realizando una valoración del Sistema Educativo presente para el momento de la aparición de Paulo Freire (Educación Tradicional o como él la llamase en sus escritos "Educación Bancaria"); en segundo lugar, enmarcamos al autor en el contexto histórico en el que se inició su desempeño como pedagogo progresista, resaltando los rasgos más característicos de su biografía; en tercer lugar, presentamos los principios más significativos de su propuesta pedagógica y por último hacemos una valoración crítica de su obra.
Al hablar de la corriente humanística de la pedagogía en la actualidad, no podemos obviar la preocupación que existió en ese particular anteriormente. Para ello, tenemos que mencionar el sistema educativo tradicional al que Paulo Freire denominó "Educación Bancaria". La misma se caracteriza:
  1. Una educación eminentemente vertical, donde el educando es un receptáculo de conocimientos, el educador es el que habla, sabe y escoge los contenidos a tratar. Son las clases de tipo magistral.
  2. El educador impone las reglas del juego y su concepción al educando, estableciendo una relación como opresor – oprimido en la realidad social.
  3. La función del educando, es adaptarse al orden establecido que se produce a través de u proceso que elimina la creatividad, la conciencia crítica, impidiéndole el diálogo (dificultar en todo el pensar auténtico).
  4. Invasión cultural.
3. Contexto Historico
Los primeros escritos de Freire aparecen durante un período de intenso conflicto político en que las "luchas de clases" en América Latina , adquierenfuerza expresiva. Por eso el momento histórico en el que se desarrolla la propuesta de Freire es de suma importancia para entender las consideraciones y los aportes que este insigne pedagogo hace a la educación, a la política y a las sociedades Latinoamericanas e incluso del mundo.
El período entre los años 60 y 70 en América Latina fue marcado por hechos interrelacionados. Entre los más importantes están: el triunfo y consolidación de la Revolución Cubana (1959-1961) y, la instalación del primer gobierno socialista en la región (1962); el avance relativo y la consolidación de las formas populares en las que se organizaba la sociedad, particularmente los sindicatos de clase trabajadora y los partidos políticosde izquierda (sólo de régimen populista).
Surge además, el proyecto de Alianza para el Progreso, que recibe el apoyo por la administración Kennedy como una respuesta latinoamericana para la tendencia radical surgida con la Revolución cubana. Este proyecto tiene obtiene un considerable apoyo financiero para los programas económicos, políticos y educativos del continente latinoamericano.
Dos aspectos de ese programa de desenvolvimiento deben ser resaltados: primero, el apoyo a la reforma agraria que trataba de descentralizar el poderde la burguesía agraria tradicional y, promover el agro–comercio en la región; en segundo, la diversificación y expansión del proceso de industrialización a través de importaciones durante el período de consolidación y, la penetración de corporaciones multinacionales de Estados UnidosAmérica Latina. Esto conlleva muchas implicaciones que alteran las estructuras políticas, económicas y sociales.
Este también fue un período en el que se dieron los primeros síntomas de Crisis de hegemonía. No entró la burguesía tomándose claramente atributos y percepciones en las decisiones políticas – económicas de algunos países del continente. En particular, las experiencias populista (bonapartistas) delperonismo y de getulismo, aparecen apenas como un período entre una crisis de estado oligárquica en los años 30 y, tentativa de establecer una hegemonía del capitalismo industrial burgués en las sociedades sudamericanas de los años 60.
A diferencia de esa tentativa o activismo político de las masas, provocaron un choque con la burguesía que conllevó un golpe de estado y un control administrativo de éste por los militares, como último chance de reestructurar el orden.
Una consecuencia mayor de ese proceso fue la aparición de movimientos populares revolucionarios en América Latina, con diferentes expresiones yestrategias de acuerdo con la experiencia histórica de cada país. Por eso, una propuesta de Freire para una educación como práctica liberadora (opuesta al positivismo y pragmatismo educacional predominante en los círculos educativos) era una opción atractiva sobre todo, tiene en cuenta a quien iba dirigida: a los oprimidos, lo olvidados, los que él mismo encuentra insertos en "la cultura del silencio"; asumida por los educadores latinoamericanos progresistas.
En este período, debido a la superestructura política, jurídica y democrática burguesa de la sociedad latinoamericana, esos movimientos populares fueron capaces de organizar las masas políticamente, llevándolas, algunas veces, al enfrentamiento con el estado capitalista. Por lo tanto, la política anticapitalista y antiimperialista produjo intentos grandes de cambios en los sistemas de administración de los países latinoamericanos, no alejados deresistencias, violaciones de los derechos humanos, como represalias ante los intentos de transformación y liberación de los pueblos, como ejemplo de esto podemos recordar, la dictadura militar que surgió en Argentina durante el período de 1976 a 1983, aniquiló a opositores políticos a través de detenciones, torturas, asesinatos, y desapariciones de millares de ciudadanos argentinos.
Así, pues, la década de los 60 y 70 se caracteriza como período fértil para el nacimiento y receptividad de una pedagogía como la de Freire, causando impacto por su propuesta liberadora, sobre los escenarios de la educación progresista del mundo crítico.
Otra de las consideraciones históricas que enmarcan la propuesta de Freire y no lejana a su desarrollo es, probablemente, la acción de la Iglesia Católica que vive en esos momentos profundos y considerables cambios internos iniciados con el Concilio Vaticano II del 62 al 65 y la propuesta de las iglesias locales en las conferencias de Brasil de 1959 y de Medellín del 69 donde Freire tuvo un importante aporte sobre todo en lo que es la visión sobre los fines de la Educación en América Latina.
Paulo Reglus Neves Freire conocido apenas como Pablo Freire, nace en Recife el 19 de Septiembre de 1921; sus padres Joaquín Temistocles Freire y Edeltrudes Neves Freire.
Su primera Infancia, la vive en un barrio Estrada do Escamento 724. Paulo vive rodeado de afecto pues convive con sus padres y sus cinco hermanos, es criado muy devotamente, con verdadero cariño pegado al crucifijo. A los diez años de edad se muda Vizinhancas de la capital Pernanbucana a 18 kilómetros de Recife. A los trece años Paulo pierde a su padre.
Paulo Freire fue alfabetizado por su padre y, sus primeras experiencias educativas las recibe de una joven profesora que lo trata con mucho afecto. Esta profesora fue Eunices Vasconselos. Sus estudios secundarios fueron realizados en el colegio Oswaldo Cruz en Recife. A los 22 años ingresa a la facultad Secular de Derecho de esa misma ciudad. Antes de concluir sus estudios, se casa en 1944 con la profesora Elsa María Costa con quien procrea cinco hijos. En ese tiempo se torna profesor de lengua portuguesa del Colegio Oswaldo Cruz. Fue director de Educación y Cultura del mismo instituto desde 1947 a 1954.
En los años 50 funda el instituto Capibaribé. A finales del año 59 tuvo sus primeras experiencias en educación superior en la cátedra de filosofía en laEscuela de Servicio Social. En el año 1960 obtuvo el título de Doctor en Filosofía e Historia del Educando en la Universidad de Recife. En 1962 fue consejero pionero del Consejo Estatal del Educando Pernanbucano.
El 31 de Marzo de 1964 fue destituido de sus funciones de consejero. En Septiembre de 1964 es exiliado a la República de Bolivia. Luego del golpe de estado en ese país se va a Chile al lado de su familia. En este país vive desde 1964 hasta 1969, trabajando como asesor del instituto de desarrolloagropecuario del Ministerio de Educación de Chile y, como Consultor de la UNESCO, junto al Instituto de Capacitación e Investigación de la Reforma Agraria de Chile.
En 1964 es invitado a Estados Unidos a participar en el Consejo Mundial de las Iglesias. Desde febrero de 1969 a febrero de 1970 realiza conferencias sobre sus propias reflexiones en la Universidad Harvard como profesor invitado.
Paulo Freire fue también profesor de la Universidad de Ginebra en la facultad de Educación. En los años 1970 fue invitado a presentar su método de alfabetización en el Instituto de Educación de Adultos en la Universidad de Dar es Salaam para ayudar a organizar nuevos proyectos experimentales en Tanzania.
Durante este periodo de 1970 a 1979 se dedicó a asesorar varios países del Africa recientemente liberada de la colonización europea, ayudándoles a la implantación de sus sistemas de educación. En esos países procuraba elaborar sus políticas en base a los principios de la autodeterminación. Sobre una de esas experiencias fue escrita una de las obras más importantes de Freire que es Carta a Guiné Bissau.
En 1977 regresa a Brasil donde continua ejerciendo su pedagogía. En 1986 muere su primera esposa. El 27 de Marzo de 1988 se casa con Ana María Araujo, una exalumna. El 1 de Enero de 1989 fue encargado a ocupar el cargo de secretario de educación del municipio de Sao Paulo.
Paulo Freire visitó como convidado una centena de ciudades de todo el mundo, incluyendo las de Brasil. Así pudo apreciar modos de hacer, sentir y actuar de los siguientes continentes: América del Norte: USA, Canadá, México; de América Central: Nicaragua, Costa Rica y otros; en América del Sur visitó todos los países; en el Continente Europeo estuvo en: Portugal, Dinamarca, Suecia, Italia; en el Continente Africano: Senegal, Kenia, Tanzania; en el Continente Asiático estuvo en Japón, Irán e India; en Oceanía estuvo en Nueva Zelanda y Australia. Es de resaltar que en cada país recibió un sin numero de reconocimientos a su labor pedagógica y educativa.
A Paulo Freire se le fue otorgado los títulos de doctor Honiris Causa por veinte y siete universidades. Por sus trabajos en el área educacional, recibió, ente otros, los siguientes premios: "Premio Rey Balduino para el Desenvolvimiento" (Bélgica 1980); "Premio UNESCO de Educación para la Paz" (1986) y "Premio Andrés Bello" de la Organización de Estados Americanos como educador de Continentes (1992).
El 10 de abril de 1997 publica su último libro, titulado: "Pedagogía de la Autonomía: Habilidades necesarias en la práctica educativa". Paulo Freire falleció el 2 de mayo de 1997 en Sao Paulo, víctima de un infarto agudo de miocardio.
Freire sustenta una pedagogía humanista – espiritualista. Humanista porque centra en el hombre toda la problemática educativa siendo el objetivobásico de ésta la humanización. Espiritualista porque coloca en el espíritu el sentimiento que impulsa al hombre a auto configurarse, hace perceptible lo espiritual; lo que el hombre habla, escribe, realiza es expresión objetiva de su espíritu. Freire considera que toda acción educativa debe ir precedida de una reflexión sobre el hombre, ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿para qué?, ¿por qué?, ¿para quién?, ¿contra qué?, ¿contra quién? ¿a favor de qué?, ¿a favor de quién?, no existiendo una educación neutra.
La educación liberadora se asienta sobre el criterio del hombre histórico. Los hombres, pues, son praxis. "Praxis que siendo reflexión y acción verdaderamente transformadora de la realidad, es fuente de conocimiento y creación".
Freire se opone a la "educación bancaria", imparte la educación que denomina "liberadora" o "problematizadora", que se identifica con lo propio de laconciencia, cual es su intencionalidad, en este sentido es un acto cognoscente, afirma la dialogicidad. De esta manera el educador no es sólo el que educa sino a que a la par que educa, es educado en el diálogo con el educando.
Esta educación liberadora tiene como objetivo fundamental la organización reflexiva del conocimiento al prever al hombre de medios que le liberen de la captación mágica o ingenua de la realidad, busca desapretar la reflexión crítica hacia situaciones existenciales concretas. En estrecha relación con esta idea de la educación liberadora aparece su idea del diálogo.
Para entender mejor el planteamiento pedagógico de Freire es necesario abordarlo desde los siguientes puntos: La pedagogía del oprimido donde resalta su método de alfabetización; el diálogo como canal y medio indispensable en el proceso educativo, para llegar a una Pedagogía de la Esperanza.
  1. Pedagogía del Oprimido
El punto de partida en el cual se inicia la liberación del oprimido, viene dada en primer lugar en su alfabetización. En la cual comienza un camino de conocimiento crítico de la realidad y a asumir posturas frente a ella.
Freire convida a los analfabetos a salir de su apatía y del conformismo de su "estilo de vida" en el que siempre han estado inmersos, propiciándoles un desafío en comprender que ellos también son hacedores de cultura.
Cuando un hombre o mujer se percibe como hacedor de cultura, está venciendo, o dando el primer paso para sentirse importante, y surge la necesidad de apropiarse de la lectura y la escritura.
Los participantes del "círculo de cultura", entran en diálogo sobre un objeto o ser conocido o sobre la representación de la realidad a ser decodificada, responden a los cuestionamientos provocados por el coordinador del grupo, profundizando en sus lecturas del mundo.
  • El Método de Alfabetización:
El primer nivel de aprendizaje de la realidad es la toma de conciencia. Ese conocimiento existe porque como seres humanos son colocados y dotados, como Gabriel Marcel acostumbraba a decir, los hombres son espectadores con y en el mundo. Esa toma de conciencia, no se da, sin una toma de conciencia crítica. No basta, entones, con saber leer que "Eva vio una uva", dice Freire, es preciso comprender cuál es la posición que ocupa Eva en su contexto social, que ella trabaja para producir la uva y que se lucra de ese trabajo.
Las actividades de alfabetización exigen la pesquisa que Freire denomina "vocabulario mínimo universal" entre los alfabetizandos. Es trabajando esteuniverso por el cual se escogen las palabras que formarán parte del programa. Estas palabras colocadas, necesariamente, en orden creciente de menor a mayor dificultad fonética, unidas dentro de un contexto más amplio de vida de los alfabetizandos y del lenguaje local y nacional. Estas palabras Freire las denomina "Palabras Generadoras".
A través de las palabras generadoras y la combinación de sus elementos propician la formación de otras palabras. "La codificación" y "descodificación" de la palabra generadora permitirán al alfabetizando integrarla en su contexto existencia y objetivarla como combinación de fonemas susceptibles de representación gráfica. Al objetivar de esta manera una palabra generadora, el alfabetizado se motiva no sólo para recomponer y componer nuevas palabras sino también para escribir su pensamiento.
Tomemos la palabra MARACA, usada en toda Venezuela para designar un instrumento musical y, que facilita la comprensión del alfabetizando:
  • Se presenta la palabra generadora "MARACA" inferida de una situación concreta: hombres y mujeres bailando joropo;
  • Se escribe simplemente la palabra:
MARACA
  • Se escribe la misma palabra con las sílabas separadas:
MA – RA – CA
  • Se presenta la familia fonética de la primera sílaba:
MA – ME – MI – MO – MU
  • Se presenta la familia fonética de la segunda sílaba:
RA – RE – RI – RO – RU
  • Se presenta la familia fonética de la tercera sílaba:
CA – CE – CI – CO – CU
  • Se presenta a continuación las familias fonéticas de la palabra siendo esta decodificada:
MA – ME – MI – MO – MU
RA – RE – RI – RO – RU
CA – CE – CI – CO – CU
Este conjunto de familias fonéticas de la palabra generadora fue denominada como "ficha descubierta" pues ella propicia a los alfabetizandos juntar los pedazos, para formar nuevas combinaciones fonéticas que necesariamente deben formar palabras de lengua española.
  • Se presentan entonces las vocales:
A – E – I – O – U
En síntesis, en el momento en el que el alfabetizando articula las sílabas, forma nuevas palabras, ella o el, están alfabetizados. El proceso requiere, evidentemente, profundización, que se aborda en la "Post-alfabetización.
La eficacia y validez del Método consiste en partir de la realidad del alfabetizando, de la que él conoce, le da un valor pragmático a las cosas y hechos de su vida cotidiana, de sus situaciones existenciales. Respetando el sentido común, y de él partiendo, Freire propone la superación del alfabetizado.
  • La Postalfabetización:
Fruto de su experiencia en su paso por Africa, Freire hace fuerte énfasis en el proceso de Postalfabetización, como indisolublemente asociado a la fase de alfabetización. En una carta dirigida a los coordinadores de los círculos culturales en San Tomé de Príncipe, Freire enfatizó los siguientesobjetivos para el proceso de Postalfabetización:
  • Consolidar el conocimiento adquirido en fases previas en el dominio de la escrituralectura y matemáticas.
  • Profundizar ese conocimiento a través de una introducción sistemática a los rudimentos básicos de las categoría gramaticales y aritméticas (operaciones fundamentales).
  • Continuar, de una forma más profunda, la lectura de las realidades a través de lecturas de varios textos como más variados y ricos temas.
  • Desarrollar las capacidades para el análisis crítico de la realidad y expresión oral de esa realidad.
  • Preparar a los alumnos para el estadio siguiente, en el cual, debido a las necesidades impuestas por el proceso de reconstrucción nacional, se les debe preparar a través de cursos técnicos (nunca un entrenamiento tecnicista).Es decir, esos cursos de entrenamiento de recursos humanos serán desarrollados específicamente con una visión crítica y, a través de eso, con una visión global, que se opone a una visión dirigida y alienada, de sus propias actividades.
En resumen, el trabajo de Paulo Freire es más que un método que alfabetiza, es una amplia comprensión de la educación que tiene como una de sus preocupaciones la naturaleza política que le corresponde.
De manera esquematizada podemos decir que el "método de Paulo Freire" consiste de tres momentos dialécticos e interdisciplinadamente entrelazados:
  • Una investigación temática por la que el alumno y el profesor buscan, un universo de vocabulario del alumno y de la sociedad donde el vive; las palabras y temas centrales de su biografía.
  • Una tematización, por la cual ellos codifican y decodifican esos temas, ambos buscan su significado social, tomando así mismo conciencia del mundo
  • Una problematización, en la cual, ellos buscan superar una primera visión mágica por una visión crítica, punto de partida para la transformación del contexto vivido.
  1. Pedagogía Dialógica y Educación Liberadora
Paulo Freire sin duda alguna es un educador humanista y militante.
El concepto de educación parte siempre de un contexto concreto para responder a ella. En la educación como práctica liberadora es el proceso de desenvolvimiento económico y movimiento de superación de la cultura colonial en "sociedades en tránsito". El autor procura mostrar en esas sociedades que el papel del educando, desde el punto de vista del oprimido, no construye una sociedad democrática en sociedades "abiertas". Para él esas sociedades no pueden ser construidas por elites, porque ellas son incapaces de ofrecer una base de una política de reformas. Esa nueva sociedad se podrá constituir como resultado de la lucha de masas populares, como únicas capaces de operar tal movimiento o cambio.
Paulo Freire entiende que es posible encajar al educando en ese proceso de concientización y de movimiento de masas. Para llegar a esa conciencia, que al mismo tiempo es desafiante y transformadora, es imprescindible el diálogo crítico, y la palabra en la convivencia.
  • El Diálogo
En estrecha relación con esta idea de la educación liberadora aparece su planteamiento del Diálogo.
Para Freire el diálogo es indispensable para el desarrollo del hombre; sin el diálogo no puede existir una auténtica educación, así como la educación "liberadora" es dialogal, mientras que la "bancaria " es monologal.
Considera Freire para que el diálogo pueda darse es necesario:
  • El amor, un profundo amor al mundo y a los hombres, siendo fundamento del diálogo, el amor es también diálogo, de allí que no puede darse en la relación de dominación.
  • La humildad, el "pronunciamiento" del mundo no puede ser un acto arrogante.
  • Fe en los hombres, es un acto a priori del diálogo.
  • Esperanza, no hay diálogo sin esperanza; si los sujetos del diálogo no esperan nada de su quehacer, no puede haber diálogo.
  • Un pensar crítico, un pensar que percibe la realidad como proceso que favorezca la creación.
La superación de la contradicción entre educador y educandos implica que:
  • "Nadie educa a nadie...
  • nadie se educa sólo...
  • los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo".
  1. Reflexiones más Recientes: Pedagogía de la Esperanza
Paulo Freire publicó, en Brasil, en los primeros 5 años de la década de los 90, seis importantes libros: Una educación en la ciudad (1991), Pedagogía de la Esperanza (1992), Política y Educación (1993), Profesora si, tía no (1993), Cartas a Cristina (1994) y La sombra de esta manera (1995). Son obras que revelan un Paulo Freire más literato y poético en un pensamiento analítico – histórico y en evolución permanente.
En estas obras, Freire revela una preocupación profunda por una cuestión: ¿Qué tipo de educación necesitan los hombres y las mujeres del próximo siglo, para vivir en este mundo tan complejo, de globalización capitalista de la economía, de las comunicaciones y de la cultura y, al mismo tiempo, de resurgimiento de nacionalismos, de racismo, de violencia y de cierto triunfo del individualismo?.
Nuestro tiempo necesita, una educación para la diversidad, necesita de una ética de la diversidad, y de una cultura de la diversidad.
Una sociedad multicultural debe educar al ser humano multicultural, capaz de abrir, de prestar atención a las diferencias, respetándolas. En este nuevo escenario la educación deberá, y será preciso reconstruir el saber de la escuela y la formación del educador. En vez de la arrogancia de quien se juzga dueño del saber, el profesor deberá ser más creativo y aprender con el alumno y con el mundo. En una época de violencia, de agresividad, el profesor deberá promover el entendimiento con las diferencias, la escuela deberá ser un espacio de convivencia, donde los conflictos sean trabajados y no camuflados.
Paulo Freire en todo su desarrollo pedagógico hace hincapié en la importancia del diálogo como el canal en el que se da la verdadera educación liberadora. Resalta en el diálogo las cualidades que éste debe tener para ser realmente el recurso indispensable en la transformación del alumno, donde el educador interviene propiciando la enseñanza pero dejándose llenar junto al educando de ella.
Para Freire la educación debe conducir a la persona al descubrimiento y concientizacion de su contexto histórico, a la crítica de su realidad y a la intervención transformadora de ésta. Este proceso lo debe asumir la educación como práctica liberadora a través del diálogo que permite la interacción del educando con el educador y su realidad.
Esta visión de Freire no pasa desapercibida en el entorno latinoamericano, la Iglesia en el redescubrimiento de su opción preferencial por los pobres asume y promueve la liberación de los oprimidos como práctica evangelizadora.
  • MEDELLIN:
La Iglesia latinoamericana propone, al respecto de la educación, en la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín los siguientes aspectos:
  • La tarea de la educación como práctica liberadora "consiste en capacitar a las personas (especialmente los marginados, analfabetos, indígenas) para que ellos mismos, como autores de su propio progreso, desarrollen de una manera creativa y original un mundo cultural, acorde con su propia riqueza y que sea fruto de su propio esfuerzo" (Medellín 4,3).
  • En la educación liberadora el educando se convierte en sujeto de su propio desarrollo. La educación es efectivamente el medio clave para liberar a los pueblos de toda servidumbre y para hacerlos ascender "de condiciones menos humanas a condiciones más humanas", teniendo en cuenta que el hombre es el "principal artífice de su éxito o de su fracaso". Por ello la educación debe ser creadora en todos sus niveles, debe basar sus esfuerzos en la personalización de las nuevas generaciones, profundizando la conciencia de su dignidad humana, favoreciendo su libre autodeterminación y promoviendo su sentido comunitario.
  • La educación debe ser abierta al diálogo, para enriquecerse con los valores que la juventud intuye y descubre como verdaderos para su futuro y así promover la comprensión de los jóvenes entre sí y con los adultos.
  • Como toda liberación es ya un anticipo de la plena redención de Cristo, la Iglesia latinoamericana se siente particularmente solidaria con todo esfuerzo educativo tendiente a liberar a nuestros pueblos. Cristo pascual, "imagen del Dios invisible", es la meta que el designio de Dios establece al desarrollo del hombre, para que "alcancemos todos la estatura del hombre perfecto" (Medellín 4,9).
  • El Dialogo
La Iglesia siempre a tenido al diálogo, como un valor fundamental en el vínculo que favorece la relación interpersonal con Dios y con el hermano.Documentos pontificios abordan el diálogo como instrumento de unidad, de búsqueda de la verdad, como vehículo que posibilita la transformación y elcambio tanto personal (conversión) como de estructuras.
En uno de sus más recientes Encíclicas (Ut Unum Sint, promulgada el 25 de Mayo de 1995), el Papa Juan Pablo II establece algunas consideraciones acerca del diálogo (refiriéndose éste al Ecumenismo):
  • La capacidad para el diálogo está impresa en la naturaleza misma de la persona y en su dignidad.
  • El hombre es de hecho "la única criatura sobre la tierra quien quiso Dios para sí, entonces, el no puede encontrarse a sí mismo excepto a través de una sincera donación de sí mismo que se da precisamente en su capacidad dialogal.
  • El concepto de "diálogo" puede, además aparecer como una prioridad cognitiva; todo diálogo implica una totalidad de la dimensión existencial. Ello envuelve enteramente la subjetividad humana en el hombre y la mujer; el diálogo entre comunidades involucra una particular vía de subjetividad de cada uno. Por otro lado, el diálogo no es simplemente un intercambio de ideas. De alguna manera siempre es un intercambio de dones (Cf. Eclesiam Suam nº 53)
  • Funciones del diálogo: el diálogo nos lleva a un examen de conciencia y a la conversión; el diálogo nos permite resolver desacuerdos cuando es asumido desde la caridad y la humildad así se resguarda la verdad; el diálogo conduce a la cooperación práctica.
  • Frutos del diálogo: el redescubrimiento de la hermandad, la solidaridad en el servicio de la humanidad, el desarrollo de opciones valederas para ayudar al progreso del mundo y la búsqueda de la salvación, el aprecio por los otros, el crecimiento de la comunión y la cooperación.
Por último hay que resaltar, que la educación deber ser conducida por el y para el diálogo del hombre que participa activamente en la construcción del bien común, es decir, en la construcción de la "civilización del amor"
EDUCACION BANCARIA
EDUCACION LIBERADORA
Se considera al educando como un receptáculo de conocimiento
Educador y educando se enfrentan juntos al acto de conocer.
El educador impone las reglas del juego e impone su concepción al educando, y de esta manera expresa una relación similar entre opresor y oprimido en la realidad social.
Enseñanza – aprendizaje. Exposición dialogada
La función del educando es adaptarse al orden establecido, que se produce a través de un proceso que elimina la creatividad, la conciencia crítica, impidiéndole el diálogo.
Nadie educa a nadie, y nadie se educa a sí mismo. El hombre se educa mediatizado por la sociedad o el mundo.
Invasión cultural.
Se utiliza el diálogo, a través de la palabra. Reflexión – acción no pueden ir juntos, pero se relacionan.

El educador fomenta la creatividad y la conciencia crítica en el educando
Síntesis cultural
8. Valoracion critica del pensamiento pedagogico de paulo freire.
  1. Ventajas del Método de Freire
  • Despertar el espíritu crítico, es decir, no quería solamente enseñar a leer y a escribir, sino liberar al hombre del silencio en el que se encontraba, es por esto que él decía, que la democracia sólo podía llegar a través del desarrollo de ese espíritu crítico y de una actitud de lucha.
  • Su método es lo opuesto a lo que él denominó "Educación Bancaria", ya que ésta desconoce el sentido histórico del hombre, la cual se da como un "acto de depositar", es decir, los alumnos hacen las veces de recipientes pasivos que, deben ser llenados y los educadores son depositarios del conocimiento, lo cual, imposibilita toda acción reflexiva y crítica de la realidad existente.
  • Se genera la educación que el denomina "liberadora" o "problematizadora", la cual ya no es un acto de sólo depositar, sino que va a generar la superación de la contradicción educador – educando, por cuanto se comienza a dar el acto de la comunicación, con el diálogo que sirve de vehículo en el proceso del aprendizaje.
  • El diálogo es el que permite la existencia auténtica de la educación, por cuanto éste es indispensable parta el desarrollo del hombre, ya que permite despertar y desarrollar la conciencia crítica de los educandos, para que sean éstos los que desarrollen el sentido de análisis, el poder decapacitación y la compresión de la realidad.
  • Se crea el método de alfabetización que permitirá dejar atrás la manipulación del educando y la domesticación del mismo, por cuanto se trata de algo más que de enseñar a leer y a escribir, es ante todo, concienciar, enseñar a reflexionar y expresar sus vivencias y su situación con el medio, es decir, despertar al analfabeto para que tenga un sentido crítico y reflexivo de su realidad.
  1. Desventajas:
  • ¿Si el opresor domina la pedagogía de la liberación, cómo puede el oprimido desarrollar su pedagogía
  • Catecismo de la Iglesia Católica (1992)
  • Documentos del Concilio Vaticano II, Decreto: Unitatis Redintegratio; Declaración: Gravissimum Educationis.
  • Juan Pablo II (1995), Encíclica: "Ut unum sint"
  • Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Medellín (1968)
  • UNA (1986), Filosofía de la Educación, Una, Caracas
  • www.paulofreire.org/pfreire.html
  • www.ppbr.com/ipf/bio/latino.html
  • www.ppbr.com/ipf/bio/esposa.html
  • www.ppbr.com/ipf/bio/europia.html
  • www.ppbr.com/ipf/bio/brasilero.html
Trabajo enviado por:
Yerko Reyes