“Instrucción
social, para hacer una nación prudente; corporal para hacerla fuerte; Técnica,
para hacerla experta y científica, para hacerla pensadora”.
Simón
Rodríguez
La obra de Simón Rodríguez y su influencia en el
Libertador muestran que muchos preceptos defendidos y llevados a la práctica
por Simón Bolívar fueron inculcados por su maestro.
En la obra del maestro aparecen ideas que retomaría su
alumno en la lucha por la independencia de América, no sólo como el Libertador
sino como educador y transformador social que lo convirtió en un hombre
continental:
Los
gobiernos deben ver en la primera escuela el fundamento del saber y la palanca
del primer género con que han de levantar los pueblos el grado de civilización
que pide el siglo. El interés general está clamando por una reforma de la
instrucción pública; la América no debe imitar servilmente, sino ser original.
Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga. La guerra de
independencia no ha tocado a su fin[1].
Dirige al Ayuntamiento de Caracas una Memoria titulada: Reflexiones sobre los defectos que vician
la escuela de primeras letras en Caracas y medio de lograr su reforma por un
nuevo establecimiento. En esta señala la influencia perjudicial que ejercen
muchos de los que se dedican por su cuenta a la enseñanza, además de los bajos
sueldos que asignan a los maestros de profesión. Propone que pardos y morenos
reciban enseñanza en igualdad de condiciones que los blancos, así como la
creación de nuevas escuelas.
En Bogotá intenta crear una "Casa de industria
pública" donde se enseñe a los jóvenes un oficio mecánico, además de
gramática, escribir, contar, pero la empresa fracasa al corto tiempo por falta
de apoyo económico. Bolívar escribe al político y militar colombiano Francisco
de Paula Santander: " A don Simón Rodríguez déle usted dinero de mi parte,
que yo lo pago todo, para que me venga a ver. Yo amo a ese hombre con locura.
Fue mi maestro, mi compañero de viajes, y es un genio, un portento de gracia y
talento para el que los sabe descubrir y apreciar [...] Con él podría yo
escribir las memorias de mi vida. Él es un maestro que enseña divirtiendo, y es
un amanuense que da preceptos a su dictante... Él es todo para mí. Cuando yo lo
conocí valía infinito. Mucho debe de haber cambiado para que yo me
engañe.".
Rodríguez funda la "Escuela Modelo de
Chuquisaca" y otras semejantes en cada Departamento del país. El proyecto
completo abarca la instrucción de mujeres, la dotación de empleos para los
padres de los niños recogidos, el cultivo de las tierras baldías, la atención a
la población indígena. Rodríguez pretendía colonizar América con sus propios
habitantes, para evitar que la inmigración europea avasallara de nuevo, como lo
hizo el sistema español. Quería rehabilitar la raza indígena y evitar su
extinción.
El historiador chileno José Victorino Lastarria escribe:
" Se decía que en su escuela de Concepción y en la que tuvo después en
Valparaíso, enseñaba, juntamente con los rudimentos de instrucción primaria, la
fabricación de ladrillos, de adobes, de velas y otras obras de economía
doméstica; pero que la educación que impartía estaba muy lejos de conformarse a
las creencias, usos, moralidad y urbanidad de la sociedad en que ejercía su
magisterio".
[1] El pensamiento educador
de Simón Rodríguez. Alfonso Rumazo González. En Simón Rodríguez. Selección de
documentos. Biblioteca familiar.Pág.77
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